Peter Ferdinand Drucker dijo una vez la famosa frase: "si se puede medir, se puede mejorar".
En cualquier proyecto de mejora a largo plazo llevado a cabo por una empresa, se empieza por realizarse tres preguntas.
- ¿Dónde estoy?
- ¿A dónde quiero llegar?
- ¿Cómo lo voy a conseguir?
El ¿Dónde estoy? viene determinado por los indicadores de la empresa. Uno de esos indicadores utilizados para conocer la competitividad y eficiencia de una empresa es el O.E.E.
El OEE (Overall Equipment Effectiveness) es una razón porcentual que sirve para medir la eficiencia productiva de un equipo industrial, una línea productiva, varias líneas productivas o el propio sistema productivo.
Mide los tres parámetros fundamentales de la producción industrial (disponibilidad, rendimiento y calidad).
Se desconoce cuál fue el origen pero se presume que pudo iniciarse en Toyota.
Tener un O.E.E. de, por ejemplo, el 53% significa que de cada 100 piezas dentro de especificación que se podían haber producido se han producido 53.
Valores de OEE > 95% indican estar en la World Class. Excelente competitividad.
Ya sabes el ¿A dónde quiero llegar?
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